Recibir una multa por incumplimientos de obligaciones ya sea legales o comunitarias es una verdadera molestia, sobre todo si no somos culpables del hecho que se nos imputa y por ende no deberíamos pagar por ello.
El escribir una carta para impugnar una multa es una buena manera de apelar a la decisión, pero solo puede realizarse en caso de violaciones a reglas municipales o por reclamos en edificios o comunidades privadas y, no para las impuestas por violaciones a leyes, como serían por ejemplo las de tránsito y que requieren una apelación ante el juez.